El deporte en general, siempre se identifica como un buen método contra el estrés y la ansiedad, pero que a veces se convierte en el principal causante de estrés y ansiedad … ¿y por qué? Por exigencia del propio deportista, que quiere ser mejor, cuidar detalles y cumplir con los entrenamientos propuesto.
¿Hasta qué punto es bueno para el rendimiento esta situación? Sinceramente, y desde el punto de vista de entrenador, no favorece en nada. Todo deportista ha pasado por un entrenamiento que por un motivo u otro no podemos sacar, y lo que normalmente hace el deportista es adaptar la sesión a distancias más cortas para poder entrenar a los ritmos propuestos, pero … ¿y si el objetivo de la sesión no es lo que el deportista hace? ¡Pues puede ser que la semana cambie de sentido! Consultar los cambios, y si tienen que ser «insitu», intentar respetar intensidad, volumen y densidad de la sesión, lo que no se hace y normalmente solo se respeta la intensidad (potencia o ritmo de carrera).
Trainingpeaks, con los sus zonas estipuladas, ha provocado a mi parecer, una obsesión para cumplir el ritmo, y a veces los entrenadores planificamos una sesión en zona 2, y no por ello significa que se debe cumplir el ritmo que aparece en el Workout, ¿o cambia mucho hacer un rodaje de carrera de 50′ a 4’20» o 4’28»? Recuerdo cuando trabajaba con excel y pdf que no se daban estas situaciones, y los deportistas rendían y entrenaban igualmente.
Ser exigentes, si, cuidar detalles, y confiar en la planificación y el entrenador, pero sobre todo tenemos que disfrutar de lo que hacemos con coherencia y saber encontrar la relación entrenamiento / felicidad